Haz como los pájaros: comienza el día cantando. La música es alimento para el espíritu. Canta cualquier cosa, canta desafinando, pero canta. Cantar dilata los pulmones y abre el alma para todo lo bueno que la vida le ofrece. Si insistes en no cantar, por lo menos escucha mucha música y dejate llevar por ella.
Ríete de la vida, ríete de los problemas, ríete de ti mismo. La gente comienza a ser feliz cuando es capaz de reírse de sí misma. Ríete de las cosas buenas que te suceden. Ríete abiertamente para que todos se puedan contagiar de tu alegría.
No te dejes abatir por los problemas. Si procuras convencerte de que estás bien, vas a terminar convenciéndote de que realmente lo estás, y cuando menos lo pienses te vas a sentir realmente bien. El buen humor, así como el mal humor, se contagian. ¿Cual de ellos vas a escoger?
Cuando te propongas hacer algo, ¡métete de cabeza! No dejes escapar las oportunidades que la vida te ofrece, ellas no vuelven. No eres Tú que está pasando, son las oportunidades que dejaste ir. Ninguna carrera es infranqueable si estás dispuesto a luchar contra ella.
Si tus propósitos son positivos, nada podrá detenerlos. No dejes que tus problemas se acumulen, resuelvelos lo antes posible. Habla, conversa, explica, discute, perdona: lo que mata es el silencio, el rencor.
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